Del Grupo de Redacción de Rechazar el Fascismo | PDF (inglés)
El escandalizo a raíz de la publicación del informe de Mueller ha obligado a los demócratas a responder a la cuestión de un juicio político de destitución. Ha venido surgiendo una escisión dentro del Partido Demócrata entre la postura en contra de tal juicio por parte de Nancy Pelosi de “Él simplemente no vale la pena”, y la postura minoritaria de Elizabeth Warren, quien dijo en su asamblea popular en la CNN: “No existe una excepción a la Constitución de Estados Unidos basada en el inconveniente político… si cualquier otro ser humano en este país hubiera hecho lo que se documenta en el informe de Mueller, sería arrestado y encarcelado”.
Tras la publicación del redactado informe de Mueller, lo que ha venido sucediendo es muy complejo, tanto dentro de los partidos gobernantes como entre los mismos, por parte del propio régimen, y en la población. Para un análisis sin paralelo sobre lo que significa todo esto, instamos a todos a escuchar la conversación de Sunsara Taylor con Andy Zee en la WBAI – El informe de Mueller: “¡La gente tiene que despertarse, carajo!” Lo que está en juego es nada menos que el futuro”. (Escúchelo aquí en inglés).
El aumento de la discusión sobre un juicio político es un suceso importante, y debemos prestar atención al fenómeno de tantas voces prominentes en oposición al argumento contra tal juicio. Si bien esta discusión aún no se ha manifestado en masas de personas en las calles en sostenida protesta no violenta, cada vez más personas reconocen cuán profundamente Trump está triturando las normas de gobierno, y el peligro de que él consolide un poder sin control antes de 2020.
La gente se encuentra jalada en direcciones aparentemente irreconciliables, no solo entre grupos o entre individuos, sino dentro del propio corazón y mente de los individuos. La gente quiere desesperadamente hacer algo, pero también temen hacer algo equivocado, y tanto el régimen fascista de Trump y Pence como la dirigencia del Partido Demócrata están avivando estos temores. El hecho de que un sector de la población no esté dispuesto a ceder a la línea del partido dominante sobre esta cuestión indica oportunidades en el movimiento para expulsar al régimen fascista de Trump y Pence por medio de la protesta no violenta sostenida.
Los siguientes puntos dan cierta orientación en el contexto de toda esta contienda y complejidad:
1. En los canales normales, un juicio político a solas no es un precedente para la destitución del cargo. Ningún presidente de Estados Unidos jamás ha sido destituido de su cargo por un juicio político. Solo se requiere una mayoría de votos de la Cámara de Representantes para el juicio político, pero se requieren dos tercios de los votos del Senado para la destitución del cargo. Incluso después de las elecciones de 2020, tal mayoría es poco probable, especialmente sin una movilización de millones de personas ahora para detener una locomotora fascista que está en un curso de choque con la humanidad [enlace en inglés]. Si millones de personas actúan según su conciencia y se salen de los canales normales hacia un movimiento de protesta no violenta sostenida, el juicio político de destitución puede abrir la puerta a una renuncia o ser un mecanismo mediante el cual las fuerzas gobernantes, si las impele un movimiento de masas desde abajo, pueden tratar de resolver una crisis de legitimidad.
2. No queremos a un presidente Pence, el líder del ala fascista cristiana del régimen. Con el objetivo de nada menos que una sociedad teocrática cristiana gobernada por la ley y la moralidad bíblicas, la ascensión de Pence a la Casa Blanca, mediante su alianza impía [enlace en inglés] con Trump, está haciendo real una pesadilla del Cuento de la criada en la que obligan a las mujeres a parir, persiguen y eliminan a las personas LGBT, y suprimen la ciencia. Rechazar el Fascismo está movilizando a la gente en torno a una demanda unificadora: expulsar al régimen de Trump y Pence en su conjunto. Esto puede crear un arrollador rechazo a todos los valores y objetivos de este movimiento fascista: la supremacía blanca, el patriarcado, la xenofobia, las guerras brutales con el creciente peligro de una guerra nuclear, y el embate fascista a la verdad, la ciencia y el medio ambiente. La historia nos ha mostrado que cuando las personas actúan juntas, con creatividad, coraje y convicción, pueden expulsar a regímenes tiránicos [enlace en inglés].
3. El juicio político de destitución no debería servir de otro medio para desviar a los millones de personas que odian lo que está pasando, hacia otro juego de espera, mientras el régimen de Trump y Pence aterroriza a más personas. Aunque se están circulando los argumentos a favor de un juicio político, el factor decisivo es si una masa crítica de personas sale o no sale a las calles para detener a este régimen. Hay que enfatizar que ninguna visión de un futuro positivo para la humanidad será posible mientras este régimen permanezca en el poder. Ya se está haciendo tarde, y esperar hasta 2020 mientras este régimen consolida el poder es inadmisible. Hay que organizar y lanzar protestas sostenidas no violentas a la mayor brevedad posible.
4. Sin un “clamor” [enlace en inglés] desde abajo en la forma de una masa crítica de personas en las calles, los poderes gobernantes no resolverán esta crisis de una manera que sea buena para la humanidad. Lo que enfrentamos es el fascismo: el gobierno por medio del terror y la violencia abiertos, la eliminación de las libertades civiles, la penalización del disentimiento, y la satanización y persecución de grupo tras grupo en una trayectoria que conduce a horrores reales. El fascismo avanza por etapas y da saltos cuando haya un vacío de oposición. Este régimen está librando una guerra contra los musulmanes, los inmigrantes, las mujeres, las personas LGBT, la prensa, la ciencia y el planeta mismo. No podemos confiar en el Partido Demócrata para detener esto. A falta de un movimiento de masas desde abajo, el enfoque del Partido Demócrata [enlace en inglés] pondrá el orden por encima de la justicia e impedirá que la gente se zafe de la política como de costumbre.
5. Ya es hora para que millones de personas, de forma seria, enfrenten, asuman, difundan y se organicen en torno al mensaje de Rechazar el Fascismo: “En nombre de la humanidad, nos negamos a aceptar a un Estados Unidos fascista. Esta pesadilla tiene que terminar. ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse!” Aquellos que se están movilizando en torno al llamado al juicio político de destitución deben acoger nuestro Llamamiento a la Acción y la visión que presenta para protestas no violentas sostenidas, declarando que “… despertará a sacudidas a millones de personas, y muchos dejarán de adaptarse a la vida bajo este régimen. La credibilidad internacional del régimen se verá socavada. Una lucha decidida que no ceda ni se deje provocar puede crear una crisis política fuerte. Los de arriba que ahora están bajo el ataque del régimen pero que se están conciliando con él se verían impelidos a responder a nuestra lucha desde abajo, lo que llevaría a una situación en que este régimen ilegítimo sea sacado del poder”.