Doce miembros de Rechazar el Fascismo enfrentan cargos criminales y hasta siete años de prisión por protestas políticas no violentas. Sus casos que aún no han llegado a juicio revelan un patrón continuado y coordinado oficialmente de vigilancia, singularización, y persecución políticas contra Rechazar el Fascismo. La demanda política de poner alto a la persecución y retirar los cargos contra los activistas de Rechazar el Fascismo es una parte integral de la lucha de poner alto al peligro que el régimen de Trump y Pence plantea para la humanidad.
Próximas comparecencias importantes:
Para 11 de estos individuos, los cargos se derivan de dos acciones separadas de desobediencia civil no violenta que bloquearon el tráfico en la autopista 101 en Los Ángeles, y del discurso no violento durante la aparición de Steve Mnuchin en UCLA. Para la otra persona, Maya, los cargos se derivan de un arresto que tuvo lugar después de que ella terminó una protesta silenciosa no violenta que duró solo 11 minutos, para 11 millones de inmigrantes indocumentados, en la Universidad de Chicago.
- 10 de enero: Todos los acusados en el caso de la UCLA tienen que comparecer en el juzgado. La defensa espera que la fiscalía le entregue descubrimiento de pruebas (denuncias policiales, informantes, etc.).
- 15 de enero: Michelle Xai y Perry Hoberman tienen que comparecer en torno a los casos de la carretera. Se espera que el fiscal municipal angelino retire formalmente los cargos de conspiración en contra de los dos. Aún enfrentan otras acusaciones.
- 22 de enero: Maya tiene que comparecer en la Corte Criminal del Condado de Cook, 2650 Avenida S. California(esquina con la calle 26 Oeste), Chicago, Illinois, Salón 207, a las 9:30 a.m.
Unas semanas antes de que el régimen de Trump y Pence tomara posesión del cargo en 2017, RefuseFascism.org (Rechazar el Fascismo) lanzó un movimiento nacional con la declaración: En nombre de la humanidad, ¡nos NEGAMOS a aceptar a un Estados Unidos fascista! Rechazar el Fascismo continúa destacándose por reconocer que: “‘Hacer que Estados Unidos vuelva a tener grandeza’ de Trump es un programa fascista del siglo 21 del Destino Manifiesto, del ‘Estados Unidos Ante Todo’, arropado en la bandera estadounidense y una interpretación textual de la Biblia de Mike Pence, con un programa de supremacía blanca, misoginia y xenofobia”.
Durante más de dos años, RefuseFascism.org (RF) ha trabajado incansablemente para movilizar a los millones de personas en este país que odian y temen lo que hace este régimen para que rompieran con la política-de-siempre — organizando a personas y organizaciones de una variedad diversa de puntos de vista políticos con la demanda única y unificadora: Esta pesadilla tiene que terminar: ¡El régimen de Trump y Pence tiene que marcharse! Lograr este objetivo, que es preciso para impedir la mayor y plena consolidación de una forma fascista de gobierno, también requiere romper con la protesta-de-siempre — organizando un movimiento para lanzar protestas no violentas sostenidas en todo el país, un movimiento que comience con muchos miles y crezca día tras día para pronto incorporar a cientos de miles y al último, millones de personas que no se detengan, creando una situación política en que se cumpla la exigencia de que el régimen de Trump y Pence sea sacado del poder.
Con este fin, los letreros icónicos del “¡NO!” de RF han sido ubicuos en las protestas y otras partes. Al reconocer que el problema es el régimen en conjunto —tanto Pence como Trump— y que no se limita a una sola política o ultraje en particular, sino el programa y la dirección fascistas en conjunto, activistas con RF han puesto todo en juego repetidamente para enfrentar políticamente a representantes del régimen y para retar a otros a incorporarse en la lucha para expulsar al régimen. El análisis y las acciones valientes de miembros de RF — que incluyen protestas a nivel nacional en más de 20 ciudades en noviembre de 2017, que intentaron lanzar una agitación sostenida y creciente para sacar del poder al régimen, han retado, inspirado, y fortalecido a la resistencia popular contra este régimen en muchas partes de Estados Unidos y el mundo.
Debido a esto, los fascistas de toda índole han acosado a RF. En la primera etapa, por ejemplo, los fascistas sistemáticamente buscaron y publicaron los detalles personales de miles de personas que firmaron el Llamamiento a la Acción inicial de RF publicado como un anuncio de New York Times y Washington Post, poniéndolas en peligro del hostigamiento fascista. Más adelante, medios fascistas de peso (Alex Jones y muchos otros) promovieron mentiras peligrosas durante semanas sobre el llamamiento de Rechazar el Fascismo a manifestaciones el 4 de noviembre de 2017, suscitando un sinfín de amenazas y la presencia de cientos de fascistas armados en esas protestas de RF con el fin de amenazar e intimidar a los manifestantes.
RefuseFascism.org también ha sido el blanco de una fuerte represión política de parte del estado.
Actualmente 12 miembros de Rechazar Fascismo, algunos de los cuales también son miembros del Club Revolución, enfrentan cargos criminales y hasta siete años de prisión por participar en protestas políticas no violentas.
Para 11 de esos individuos, los cargos surgen de dos acciones de desobediencia civil no violentas que bloquearon el tráfico en la carretera 101 en Los Ángeles, y de expresión no violenta durante un discurso de Steve Mnuchin en la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA). Millones de personas han visto los videos virales de esas diferentes protestas (de las protestas en la carretera angelina aquí y aquí; la protesta contra Mnuchin aquí, aquí, y aquí). Durante meses —en algunos casos, durante casi un año completo— ni siquiera acusaron a esos activistas de ningún crimen. De repente, en un período corto de unas pocas semanas y justo antes de que se venciera el tiempo para acusarlos, el fiscal angelino acusó a activistas en estas diferentes protestas —que ocurrieron en fechas que distaron meses unas a otras— de cargos criminales graves. Acusaron a importantes líderes de acciones en las que no los habían arrestado o ¡en las que ni siquiera participaron!
Además, se ha revelado que el Departamento de Policía de Los Ángeles (DPLA) mandó a un informante policial a trabajar con RF para grabar a activistas de manera subrepticia e ilegal. Policías de UCLA vigilaron y grabaron sistemáticamente a miembros del Club Revolución durante semanas antes de los arrestos brutales de sus miembros el 26 de febrero de 2018.
Las acusaciones contra la otra persona, Maya, surgen de un arresto que ocurrió después de que ella había concluido una protesta no violenta silenciosa que duró sólo 11 minutes —para los 11 millones de inmigrantes indocumentados— en la Universidad de Chicago. La policía de Chicago maltrató y arrestó a esta activista mientras salía del campus y ¡ahora ella enfrenta hasta siete años de prisión!
Los arrestos y la persecución legal de estos 12 luchadores sociales son injustos e ilegítimos. Ante un régimen fascista al mando, que anda triturando los derechos civiles y legales supuestamente protegidos, un régimen que gobierna cada vez más por medio del terror y la violencia abiertos, pues estas protestas eran necesarias, y eran justas. Eran formas con sentido de desobediencia civil no violenta, que son, en un terreno político y judicial cambiante, formas de expresión ¡supuestamente protegida!
Como escribió la activista estadounidense-salvadoreña proinmigrante de larga trayectoria Isabel Cárdenas: “Si más alemanes y judíos en la Alemania Nazi hubieran hecho lo que estos acusados han hecho (y están haciendo), se podría haber salvado millones de vidas. Este país necesita a personas como esas que han sido acusadas de crímenes, para que los que no tienen voz puedan contar con alguien que tenga el valor de defenderlos. Ellas están esforzándose para salvarnos a todos de la PESADILLA DE TRUMP Y PENCE para que nosotros —miles de millones de nosotros en el planeta Tierra, que incluyen millones de inmigrantes que contribuyeron a construir este país— podamos dejar de sufrir la locura que reina en la Casa Blanca”.
La persecución política de estos luchadores sociales implica una escalada de la criminalización de la protesta política y un salto en la represión oficial, que es un elemento clave del mismo fascismo contra el cual están luchando estos activistas.
Instamos a todos que valoren el derecho de criticar al gobierno y de movilizar la protesta política para terminar con la pesadilla del régimen de Trump y Pence, que se reúnan para exigir: ¡ALTO A LA PERSECUCIÓN POLÍTICA! ¡RETIREN LOS CARGOS CONTRA LOS ACTIVISTAS DE RECHAZAR EL FASCISMO!
Además, instamos a todos a asumir el reto y el ejemplo de estos activistas valientes y que se sumen al movimiento para expulsar el régimen fascista de Trump y Pence.
¡Libertad para los 11 de Los Ángeles!
- Firme la petición
- Siga los casos, y cómo participar, en Facebook
¡Libertad para Maya!
- Firme la petición para liberar a Maya
- Done para ayudar con los gastos legales de Maya y para publicitar el caso
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Siga el caso de Maya y los próximos sucesos y sepa cómo ayudar a liberar a Maya, en Facebook
Cuatro hechos notables sobre las protestas en la carretera:
[1] Las autoridades de Los Ángeles esperaron casi un año antes de presentar cargos. Cuando arrestaron a ocho activistas durante dos acciones distintas de desobediencia civil en la carretera 101 en septiembre y noviembre de 2017, el fiscal de la ciudad de Los Ángeles se negó a presentar cargos. Once meses después, justo antes de que se venciera el tiempo para acusarlos, el fiscal acusó a estos activistas de obstruir la libre circulación, no dispersarse y no acatar a la policía. Si son declarados culpables, enfrentan hasta tres años de cárcel y multas de $2.000.
[2] La ciudad también acusó a dos líderes de RF de “conspiración”, y luego indicó que pretendía abandonar este cargo para ocultar la magnitud de su espionaje político. A finales de julio / principios de agosto de 2018, el fiscal de Los Ángeles escogió a dos líderes de Rechazar el Fascismo-Los Ángeles —el profesor de la Universidad del Sur de California, Perry Hoberman, y Michelle Xai, líder de Rechazar el Fascismo-LA— para cargos de conspiración. ¡Michelle Xai ni siquiera había estado en la carretera ni arrestada en ninguna de las acciones! También acusaron a Michelle de dos cargos de obstrucción de libre circulación. Es revelador que en diciembre de 2018, el fiscal de Los Ángeles indicó que pretendían retirar estos cargos de conspiración para evitar cumplir con la orden de un juez de revelar la identidad de su “informante confidencial” y entregar las grabaciones de audio que hizo el informante.
[3] El DPLA espió secretamente a Rechazar el Fascismo, y un informante grabó ilegalmente a activistas. En un acto de represión del estado por motivos políticos, la “División de Grandes Crímenes y Antiterrorismo” del DPLA mandó a un informante confidencial a trabajar con Rechazar el Fascismo para que grabara subrepticia e ilegalmente conversaciones y reuniones privadas al menos en cuatro ocasiones. En California, ¡es ilegal grabar a alguien sin su consentimiento!
[4] Incluso la oficina del fiscal del distrito admite que este caso tiene que ver con la Primera Enmienda. El detective que escribió el informe policial admitió haber consultado con el fiscal de distrito sobre una solicitud para presentar cargos de delitos graves de conspiración (en vez de los de delitos menores que los acusados enfrentan actualmente). El fiscal del distrito dijo que cargos de delitos graves serían “contrarios al espíritu de la ley en lo que se refiere a las libertades de la Primera Enmienda”. Entonces, ¿por qué son menos “contrarios” a sus derechos bajo la Primera Enmienda los cargos de delitos menores?
Seis hechos notables sobre los arrestos en la Universidad de Los Ángeles:
[1] El Departamento de Policía de la Universidad de California (DPUC) en la UCLA persiguió en específico a los activistas de Rechazar el Fascismo y del Club Revolución. El 26 de febrero de 2018, cuando el secretario del Tesoro Steve Mnuchin habló en la UCLA, muchas personas protestaron, abuchearon y silbaron. Cuando tres mujeres de Rechazar el Fascismo y el Club Revolución alzaron la voz como parte de estas protestas, la policía de la UCLA las arrastró brutalmente del salón y las arrestó. (El video de esto se hizo viral aquí, aquí, y aquí). Arrestaron a otros dos de Rechazar el Fascismo y el Club Revolución fuera del salón por hacer agitación y denunciar los arrestos que tuvieron lugar dentro del salón. A los cinco detenidos les dijeron que estaban prohibidos entrar en la universidad, incluidos un estudiante y una ex estudiante de la UCLA, pero nunca puso por escrito esta “prohibición” y no había ninguna manera de impugnarla.
[2] DPUC arrestó arbitrariamente a una estudiante de la UCLA por segunda vez por violar la prohibición ilegítima. Tala Deloria, la primera arrestada durante la protesta contra Mnuchin, violó públicamente la prohibición ilegítima cuando retó a Mnuchin a debatir, lo que luego publicó en línea. Ella y otros de los detenidos y “prohibidos” también participaron en los 11 minutos de silencio en la universidad por los 11 millones de inmigrantes indocumentados. No arrestaron a nadie en las dos acciones. Luego, unos días después, en un evento público en la universidad, la policía de UCLA arrestó a Tala y a otro activista, esta vez por violar la “prohibición”.
[3] Tala Deloria y otra activista, ex estudiante de la UCLA también arrestada durante la protesta contra Mnuchin, se enteraron siete meses después de que enfrentaban un cargo adicional por su participación en los 11 minutos de silencio por los 11 millones de inmigrantes indocumentados, aunque no las habían arrestado en esta segunda protesta.
[4] En menos de un mes, arrestaron o acusaron a estos cinco activistas por participar en cuatro protestas no violentas y por hacer fila en un evento. Enfrentan un total de 13 cargos que incluyen: perturbar la paz, entrada ilegal, resistir el arresto y romper la “prohibición” de entrar en el campus. Tala por sí sola enfrenta cinco cargos y, de ser declarada culpable, podría recibir casi tres años de cárcel y multas de $3.400.
[5] La policía de la UCLA ha sometido a los miembros de Rechazar el Fascismo y el Club Revolución a una vigilancia de video masiva y altamente intrusiva que incluye videos de haber participado en actividades políticas legales y no violentas como hablar y organizar a los estudiantes y subir y bajar de coches, además de informes escritos. Los informes policiales revelan que la policía seguía a estos activistas cuando entraron y salieron de la universidad y anotaba las descripciones y las placas de los autos en que subieron.
[6] Al otro lado de Estados Unidos, en Washington, DC, otros dos miembros de Rechazar el Fascismo fueron arrestadas por leer en voz alta el reto a debatir de Tala Deloria frente al edificio de la oficina de Mnuchin. Detuvieron a estas activistas por más de 24 horas. El Departamento de Seguridad Nacional envió agentes al otro lado del país para interrogar a los padres de las activistas sobre las opiniones políticas de sus hijas y su participación en RF. Ninguna de las mujeres era una menor y no había ninguna razón legítima para que las autoridades contactaran a sus padres, y mucho menos visitaran sus hogares.
Tres hechos notables sobre el arresto de Maya (Diya Cruz) en la Universidad de Chicago:
[1] El motivo del arresto fue una protesta silenciosa y no violenta de 11 minutos. El 1º de marzo de 2018, Maya (Diya Cruz) y otros tres miembros del Club Revolución entraron al centro de estudiantes de la Universidad de Chicago, sostuvieron hojas de papel que anunciaba los 11 minutos de silencio para los 11 millones de inmigrantes indocumentados, y permanecieron en silencio por 11 minutos. Muchos otros en el salón comedor se unieron a la protesta.
[2] La policía atacó y maltrató a Maya, y luego acusó a ella de agresión. Maya enfrenta siete años de prisión. Después de los 11 minutos, el Club Revolución agradeció a todos los que participaron y se dirigió hacia la salida. La policía los detuvo, les impidió irse, exigieron identificación y luego dijeron que podían irse. Entonces, de la nada, la policía atacó a Maya, la agarró bruscamente, la arrestó, la arrastró escaleras abajo y fuera del edificio. La han acusado de dos delitos graves de agresión que pueden resultar en siete años en prisión — por esta protesta silenciosa. También prohibieron a ella de entrar en el campus de la Universidad de Chicago.
[3] El procesamiento judicial contra Maya no ha sido “rutinario”. En lo que debería haber sido una audiencia de fianza de rutina, el fiscal llegó con un extenso, distorsionado y absolutamente irrelevante expediente político sobre Maya, presentándola como peligrosa e indigna de la fianza por sus supuestos puntos de vista políticos, asociaciones y el hecho de que la policía ha intentado previamente reprimirla cuando ella hacía la libre expresión legal. En una audiencia, el juez lo hizo una condición de la fianza que Maya no levantara el puño en su sala. Al salir de la sala, los partidarios de Maya levantaron sus puños, y el juez los amenazó con la cárcel por “desacato al tribunal”. En otra audiencia, la fiscalía casi consiguió que se le revocara la fianza a Maya porque la policía había hostigado y arrestado en masa al Club Revolución, esta vez en el Desfile del Pueblo Puertorriqueño, de nuevo arrestando fraudulentamente a Maya.