Firme esta Declaración de conciencia; Llamado a actuar
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Prefacio a la Declaración de conciencia / Llamado a la acción de rechazar el fascismo de 2020:
Rechazar el Fascismo (RefuseFascism.org) ha actualizado su Declaración de Conciencia/Llamamiento a la Acción de 2020, agregando la siguiente declaración a su poderosa denuncia al régimen de Trump y Pence: “Con su anticiencia, durante meses el régimen de Trump y Pence ocultó el peligro del virus de la Covid-19, que ahora es pandemia, montando el escenario para su impacto potencialmente catastrófico a toda la sociedad y poniendo en mayor peligro a aquellos que han estado en la mira de su programa general: los inmigrantes obligados a vivir en las sombras y campos de concentración; los millones de negros y latinos que languidecen en las prisiones; la gente de Irán agobiada por sanciones crueles; los pobres, los enfermos y los sin techo en Estados Unidos y por todo el mundo”. La Declaración es un documento dinámico. A medida que el mundo sigue cambiando rápidamente, cada día aumenta con urgencia y se hace más desafiante la necesidad de sacar del poder al régimen de Trump y Pence a la mayor brevedad posible. Debido a la pandemia de la Covid-19, por ahora estamos suspendiendo la activa organización de protestas sostenidas de masas de millones de personas en las calles, reconociendo al mismo tiempo la necesidad de difundir en este momento que, en última instancia, estas protestas son la única manera de sacar del poder a este régimen fascista. Reconocemos que existe la posibilidad de que se desarrolle una situación en la que quizá fuera necesario responder así en el futuro, incluso ante una crisis sanitaria en marcha causada por la enfermedad, a fin de impedir que este régimen siga poniendo en peligro a la humanidad.
Además, reconocemos que, durante este periodo de distanciamiento social, las masas de personas quizá sientan la necesidad urgente de tomarse las calles con protestas legítimas para obtener sus necesidades básicas. En tales situaciones, nosotros tomaremos partido con las masas y argumentaremos por que incluso las protestas de masas intenten acatar las mejores prácticas de la salud pública.
Reconocemos que el régimen de Trump y Pence, con su oposición a la ciencia y su programa fascista, ahora representa un peligro aún mayor para la humanidad la enfrenta a la pandemia de la Covid-19. Creemos que la Declaración de Conciencia de Rechazar el Fascismo es la mejor expresión de lo que la gente del mundo enfrenta y de lo que hace falta; sigue siendo tanto oportuna y acertada, al mismo tiempo que en este momento no estamos trabajando para implementar el llamamiento a que millones de personas se tomen las calles. Instamos a todos los que tienen un corazón que late por la humanidad a que lean detenidamente esta Declaración, la discutan, la debatan, la lleven donde sea posible —de las formas apropiadas— a los centros de detención de la Migra (ICE) y otros lugares donde las masas de personas la necesitan, y en general que desarrollen métodos creativos, especialmente en las redes sociales, para que la declaración se convierta en un polo en torno al cual millones de personas tomen posición y actúen.
El Consejo Editorial de Rechazar el Fascismo, 16 de marzo de 2020
Hartos del silencio, proclamamos:
Es tarde. Por más de tres años, el régimen de Trump y Pence ha desatado un torrente imparable de insultos, injurias, y atrocidades, con catastróficas consecuencias para toda la humanidad.
Hay momentos en la historia cuando un pueblo tiene que recurrir a lo más profundo de su consciencia colectiva y erguirse con valentía moral para frenar los crímenes de su gobierno..
Tenemos que proclamar a los cuatro vientos lo que solo se ha mencionado entre susurros y acertijos. Tenemos ante nosotros un fascismo estadounidense que arrolla, envuelto en la bandera y la Biblia de Mike Pence cumplida a la letra—vomitando su veneno de supremacía blanca, xenofobia, y opresivos valores “tradicionales” fundamentalistas.
Miles llenan estadios y le dan vivas a la atroz e intolerante retórica de Trump. Sus secuaces amenazan con lanzar una guerra civil y llevan a cabo acciones de terror.
La absolución de Trump tras un farsante juicio político ha establecido un precedente judicial para que él haga lo que le da la gana—incluso robarse elecciones—a medida que arrasa a toda velocidad con una venganza alarmante.
El régimen arremete contra la idea misma de la verdad objetiva; trafica no solo con mentiras sino con una descarada campaña de desinformación.
Se deshace de quienes se niegan a marchar en fila, y llena lo judicial, policial y militar, las ramas ejecutivas y legislativas, así como las cámaras estatales con fascistas y toda calaña de reaccionario rabioso—como los teocráticos fascistas cristianos—que ven en esta su última oportunidad para consolidar su dominio por generaciones.
El mundo que hemos conocido hasta hoy está siendo descuartizado. Los régimenes fascistas se están imponiendo en todas partes, al mismo tiempo que decenas de millones de personas a la fuerza tienen que buscar asilo debido a guerras, al cambio climático, y a enormes dislocaciones económicas. Los científicos han “recalibrado” el reloj del apocalipsis, que mide el peligro de una guerra nuclear y la destrucción del medio ambiente, a 100 segundos antes de la medianoche. Con su anticiencia, durante meses el régimen de Trump y Pence ocultó el peligro del virus de la Covid-19, que ahora es pandemia, montando el escenario para su impacto potencialmente catastrófico a toda la sociedad y poniendo en mayor peligro a aquellos que han estado en la mira de su programa general: los inmigrantes obligados a vivir en las sombras y campos de concentración; los millones de negros y latinos que languidecen en las prisiones; la gente de Irán agobiada por sanciones crueles; los pobres, los enfermos y los sin techo en Estados Unidos y por todo el mundo.
No será fácil reparar el daño ya hecho, y sin duda lo peor está por venir. La historia ha demostrado que al fascismo hay que pararlo antes de que sea demasiado tarde. Una sola crisis grave, internacional o doméstica, podría ser el pretexto para que este régimen se ponga los guantes de acero.
Basta ya. Desde aquí proclamamos a voz en cuello:
En nombre de la humanidad, nos NEGAMOS a aceptar un Estados Unidos fascista.
Ya es tarde. Si no intervenimos ahora, no podemos cuestionar cómo fue que el pueblo alemán aceptó los horrores del régimen nazi. Lo que permitimos no es solo lo que toleramos… sino en lo que nos volvemos.
No nos quedaremos al margen mientras este régimen hace trizas el principio de derecho. No permitiremos que otra vez se cambien las reglas con respecto a lo que toleraremos o que nos envolvamos en nuestras propias vidas mientras que el régimen llena campos de concentración en la frontera, enjaula a niños migrantes, excluye a los musulmanes, y amenaza a países enteros con fuego y furia. No permitiremos que a las personas LGBTQ las vuelvan a encerrar en el closet o que las mujeres pierdan el derecho al aborto y el control de la natalidad.
Hace mucho que debimos haber descartado las ilusiones y auto ilusiones. Desde hace años unos han estado esperando a la Ola Azul, a Mueller, el juicio político. Pero los canales normales se volvieron callejones sin salida cuando el régimen hizo pedazos las normas y cambio las reglas.
No podemos apoyarnos en el Partido Demócrata para acabar con esta pesadilla. Trump los califica de enemigos y “traidores”, y azuza a sus secuaces a que “los encierren”. Sin embargo, una y otra vez los demócratas se lanzan a la oportunidad de trabajar con Trump, siempre y cuando él lo permita, y así van normalizando lo que debemos estar combatiendo. Cuando los demócratas por fin decidieron llevar a cabo el juicio político, lo hicieron basándose en argumentos verdaderos, convincentes, pero muy restringidos, enfocados en el chantaje a las elecciones, y no por la cantidad de crímenes que representa el programa de Trump y Pence. No han movilizado a la única fuerza capaz de transformar a la ecuación política misma—el poder popular en las calles—y se han negado a decir en público lo que muchos de ellos reconocen en privado, que Trump es un fascista.
No vayamos a esperar, en contra de los hechos, que las elecciones 2020—las mismas que Trump intenta sabotear—sean el remedio que resuelva esta crisis. ¿Qué vamos a hacer si Trump gana, o pierde y no quiere renunciar? ¿Qué daños podrían seguir perpetrando las fuerzas fascistas que él ha desencadenado, aunque él pierda y se vaya vengativo? Ninguna elección, justa o fraudulenta, puede legitimizar lo que se ha normalizado en estos últimos tres años.
Si es tarde, pero hemos visto cómo los pueblos en todas partes del mundo se han lanzado a las calles con protestas masivas, sostenidas, y no violentas para expulsar a régimenes odiados y así tener la oportunidad de forjar su propio destino. Ahora los ojos del mundo están sobre nosotros. Quieren saber de qué lado estamos. ¿Vamos a capitular ante este régimen, quedándonos callados y apacibles, o vamos a luchar contra toda injusticia que este régimen cometa y tomar las medidas decisivas para despistarlo de su rumbo de colisión con la humanidad?
Si hay una manera de parar esto. Aferrados a nuestra consciencia, haremos sonar la alarma, y organizaremos para conseguir que miles, por todo este país, se lance a las calles con masivas protestas, sostenidas y no violentas demandando Trump y Pence Fuera Ya, protestas que vayan creciendo hasta alcanzar los millones en las calles y hasta que se cumpla nuestra demanda. Este no es el camino fácil, demanda sacrificio, sin embargo, lo que hagamos será por el amor que le tenemos a la humanidad, en directa oposición al odio e intolerancia del régimen fascista de Trump y Pence, y así causarle a la clase dominante una crisis política que resulte en la expulsión del poder de este régimen ilegítimo.
TENEMOS QUE MOVILIZARNOS para concretar esto en los hechos. Sí, es tarde, pero no es demasiado tarde.
PROMETEMOS que no nos mantendremos a un lado mientras existe la oportunidad de parar a este régimen que pone en peligro a la humanidad y al planeta mismo.
REPRESENTAMOS DIFERENTES PUNTOS DE VISTA, pero nuestra determinación nos une,
PROCLAMAMOS:
En nombre de la humanidad,
Nos NEGAMOS a aceptar un Estados Unidos fascista.
Esta pesadilla tiene que parar:
TRUMP/PENCE #FUERAYA!